Del 2 al 9 de diciembre, las ciudades de
Zürich y
Dübendorf, han acogido la
Bienal para una nueva música espiritual, un encuentro internacional en el que se han dado cita diferentes confesiones religiosas y estilos musicales sacros.
El principal acto de la Bienal de este año tuvo lugar el pasado sabado, festividad católica de la Inmaculada Concepción, en la
Grossmünster de
Zürich. Allí se estrenó una obra de Sir John Tavener que lleva por título
Sollemnitas in Conceptione Immaculata Beatae Mariae Virginis. Se trata de la primera composición interreligiosa del mundo y está escrita para trompa alpina, campanas de templo tibetanas, tam-tam e instrumentos clásicos europeos. Los coros cantarán en latín, indio, árabe y otras lenguas asiáticas.
Christoph Maria Moosmann (
Zürich, 1960), director de la Bienal y organista, es un experto en música contemporánea que ha declarado que música, arte y cultura por un lado, y religión y espiritualidad por el otro, son los dos temas que más le importan.
Moosmann quiere unir de nuevo culto y cultura; pero sin mirar hacia atrás, sino hacia el futuro, con la mirada puesta en una nueva etapa de desarrollo de una música eclesiástica viva y novedosa.