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El caso se remonta a 1977, cuando los padres de Samantha Geimer, una adolescente de 13 años, interpusieron en Los Ángeles una querella en su contra, acusado de drogar y violar a la adolescente, en casa de Jack Nicholson. Por ello, el director franco-polaco se declaró culpable de relaciones sexuales ilegales y fue condenado a 'prisión en evaluación' durante tres meses aunque sólo pasó en la cárcel 47 días ya que fue puesto en libertad bajo fianza, con la obligación de permanecer a disposición de las autoridades judiciales de la ciudad norteamericana. Pero después de una reunión entre sus abogados y el juez, en la que éste sugirió que volvería a enviarlo a la cárcel, Polanski abandonó los Estados Unidos de manera irregular y, desde entonces, no ha vuelto a poner los pies ni allí ni en ningún otro país que pudiera extraditarlo. Hasta el sábado pasado.
Eveline Widmer-Schlumpf, ministra de justicia suiza, ha intervenido personalmente para confirmar que 'Existen acuerdos de extradición entre Suiza y los EE.UU' y que 'la justicia y la policía suiza debían cumplir con estos acuerdos de Estado' por lo que el director de cine se encuentra detenido provisionalmente, a la espera de extradición.
En Suiza, el estatuto de la detención provisional, a la espera de extradición, permite al detenido presentar un recurso judicial y la justicia suiza debe pronunciarse antes de que sea cursada definitivamente la orden de extradición.