No salgo de mis asombro y tampoco oculto mi indignación. Resulta que el COI se salta olímpicamente sus principios, nunca mejor dicho, y no tiene inconveniente alguno en celebrar los Juegos en un país cuyos 'principios' dejan mucho que desear. Y todos tan contentos para no enfadar al coloso comercial asiático. Poco importa que los chinos no respeten los derechos humanos, que el país sea gobernado con mano de hierro y que la libertad de expresión y otras muchas libertades brillen por su ausencia. Todo el mundo ha callado de manera vergonzosa y vergonzante.
Y ahora, el COI se pone exquisito y esgrime la Carta Olímpica para impedir la manifestación de duelo de un país, España, consternado por la tragedia. A esto se le llama cinismo y poca vergüenza, y me parece de perlas que los deportistas españoles hayan hecho caso omiso de la prohibición.
3 comentarios:
Permítame una precisión. Los únicos deportistas que se saltaron la prohibición fueron aquellos que por competir muy temprano no tuvieron noticia de la decisión del COI hasta después.
El resto se tragaron la dignidad y compitieron. Por supuesto los representantes del Comité Olímpico Español (con el duque incluido)y del gobierno en vez de coger los trastos e irse aguantaron el feo.
Eso sí quedaron todos muy monos en la fotografía en la Casa de España.
Lo he leído antes en el periódico pero no lo sabía cuando escribí el post. Lo de la dignidad es un principio en retroceso, a usted no tengo que contárselo y en los últimos tiempos ya sabe usted que impera el 'todo vale'. A mí estos Juegos me están pareciendo una vergüenza y ya no me sorprende casi nada.
PS/ Si se pasea usted por mis apuntes, encontrará noticias de nuestra amiga D.
A mí tampoco me gustó esa decisión del COI. Seguro que si hubiera sido un avión estadounidense todas las banderas habrían estado a media asta y habrían permitido a todo el mundo llevar los crespones negros.
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