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lunes, junio 16

La novia del Sahara

Suiza tiene fama de ser un país tranquilo en el que la vida transcurre sin grandes sobresaltos pero lo cierto es que allí han nacido personajes que han roto con ese estereotipo y cuyas biografías son todo un canto a la aventura.

Isabelle Eberhardt nació en Ginebra en 1877, hija ilegítima de Alexander Trophimowsky, un sacerdote de la iglesia ortodoxa rusa, con fama de nihilista radical, y de Nathalie de Morder, una aristócrata alemana. A los veinte años se fue a vivir a Argelia, entonces colonia francesa, con su madre y se convirtieron al Islam. De esa época datan sus primeros cuentos que publicó bajo diversos seudónimos y también entonces adoptó por primera vez la apariencia de un hombre para colarse en las mezquitas, donde mantenía eruditas discusiones sobre el Corán, y en los antros menos recomendables de la casbah argelina. Desde entonces, su vida fue un ir y venir entre África y Europa.

Hacia 1899, decide viajar por el Sahara, se establece en El Oued, y por influencia de uno de sus numerosos amantes ingresa en una secta sufí. Una mujer como ella, liberada y contestataria, no fue del agrado ni de los franceses ni de los saharauis y después de escapar de un intento de asesinato, las autoridades coloniales la expulsaron, acusada de espionaje. Tras una estancia en Marsella, el general Lyautey la envió Ain-Sefra, al sur de Orán, para mediar con las tribus rebeldes, lo que despertó rumores sobre su pertenencia al Deuxième Bureau. Orgullosa de sí misma, vivió a la manera de los soldados beduinos del sur oranés.

Toda esta febril actividad política, religiosa y carnal, unida a su afición a la bebida durante sus frecuentes etapas de melancolía, le pasaron factura y tuvo que ser hospitalizada, aquejada de sífilis y paludismo. Al poco tiempo de abandonar el hospital, el 21 de octubre de 1904 un desbordamiento anegó la ciudad y Eberhardt murió sepultada en el barro, vestida de caballero árabe. Tenía 27 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí no me extraña nada, con tanto orden y método y con tanta cultura calvinista, aquí la que se tira al monte, se tira a lo grande.

T dijo...

Pues ésta, efectivamente, rompió todas las normas.

Desde el 06/11/06...

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