El 8 de julio de 1805 se inauguró una de las más impresionantes obras de ingenieria de la Europa del siglo XIX: el Paso del Simplon, una obra que había sido encargada por Napoleón y que se llevó a cabo bajo la dirección de Nicolas Ceard.
Se trata de una carretera que une Glis-Brig, en el Valais, con Domodossola, en el Piamonte. Ochenta y cinco kilómetros de vértigo, con ocho metros de anchura, desniveles de hasta el 10 % y un punto máximo de altitud en Agassiz, a 2005 metros sobre el nivel del mar. La ruta inspiró a artistas plásticos y líricos, entre ellos a William Wordsworth, quien hizo la ruta y dejó escritas bellas palabras sobre ella:
'The immeasurable height
Of woods decaying, never to be decayed,
The stationary blasts of waterfalls,
And everywhere along the hollow rent
Winds thwarting winds, bewildered and forlorn,
The torrents shooting from the clear blue sky'.
Más de un siglo después, el tunel ferroviario del Simplon, constituyó otro hito de la ingeniería suiza pero ya no tuvo quien lo loase con tanto arte.
Se trata de una carretera que une Glis-Brig, en el Valais, con Domodossola, en el Piamonte. Ochenta y cinco kilómetros de vértigo, con ocho metros de anchura, desniveles de hasta el 10 % y un punto máximo de altitud en Agassiz, a 2005 metros sobre el nivel del mar. La ruta inspiró a artistas plásticos y líricos, entre ellos a William Wordsworth, quien hizo la ruta y dejó escritas bellas palabras sobre ella:
'The immeasurable height
Of woods decaying, never to be decayed,
The stationary blasts of waterfalls,
And everywhere along the hollow rent
Winds thwarting winds, bewildered and forlorn,
The torrents shooting from the clear blue sky'.
Más de un siglo después, el tunel ferroviario del Simplon, constituyó otro hito de la ingeniería suiza pero ya no tuvo quien lo loase con tanto arte.
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