Estavayer-le-Lac es una pequeña ciudad en las orillas del Lago Neuchâtel que cuenta con un barrio medieval perfectamente conservado, así como todo tipo de instalaciones y facilidades para la práctica de los deportes acuáticos.
Su atractivo turístico más pintoresco es, sin embargo, una colección de ranas disecadas que puede verse en el Museo Regional. Tan original muestra, de 130 años de antigüedad, se debe a François Perrier, un excéntrico militar del siglo XIX que pasó buena parte de su tiempo de ocio matando ranas, curando sus pieles y rellenándolas con arena para luego disponerlas de tal modo que parodiasen situaciones humanas (estudiando, jugando...,) y terminar adornándolas con todo tipo de accesorios.
Lo que Perrier intentó transmitir acerca de la condición humana, con su colección, sigue siendo un enigma pero la exposición es realmente simpática.
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