El pasado 22 de enero murió en Lonay, Lausanne, el último piloto vivo de los once que tomaron la salida en el primer Gran Premio de la historia de la Fómula Uno, el disputado el 13 de mayo de 1950 en el circuito de Silverstone, Inglaterra, y del que tuvo que retirarse en la vuelta 36, de las 70 de que constó la carrera, al romperse el motor de su Maserati 1.5 L4C.
Emmanuelle de Graffenried, apodado 'Toulo' y al que nunca le disgustó que le llamaran 'Barón de Graffenried', nació el 18 de mayo de 1914 en el seno de una multimillonaria familia y comenzó su carrera de piloto en los años 30.
Su mejor clasificación en los 22 Grandes Premios que disputó fue el cuarto puesto en el Gran Premio de Bélgica de 1953, siempre al volante de un Maserati, y ese año también logró su mejor clasificación en el mundial al finalizar en octava posición. Se retiró en 1956 pero volvió a los paddocks en la década de los 70 como embajador de Phillip Morris, patrocinador de la Fórmula Uno a través de su marca Marlboro.
Emmanuelle de Graffenried, apodado 'Toulo' y al que nunca le disgustó que le llamaran 'Barón de Graffenried', nació el 18 de mayo de 1914 en el seno de una multimillonaria familia y comenzó su carrera de piloto en los años 30.
Su mejor clasificación en los 22 Grandes Premios que disputó fue el cuarto puesto en el Gran Premio de Bélgica de 1953, siempre al volante de un Maserati, y ese año también logró su mejor clasificación en el mundial al finalizar en octava posición. Se retiró en 1956 pero volvió a los paddocks en la década de los 70 como embajador de Phillip Morris, patrocinador de la Fórmula Uno a través de su marca Marlboro.
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