En Suiza comienzan a preparar la Navidad celebrando el Adviento. Para que los niños puedan soportar mejor el tiempo de espera hasta Nochebuena, día del reparto de regalos, los padres suelen comprar un calendario de Adviento con 24 ventanitas, una para cada día de diciembre hasta Nochebuena, que mitigan su impaciencia hasta el añorado día de Navidad. Estos calendarios, como las coronas de Adviento, forman parte de la época de Navidad. Casi todos los hogares tienen un calendario y una corona con cuatro velas, una para cada domingo de Adviento. Y los centros comerciales, igual que el de Lucerna que aparece en la foto, se apuntan a la tradición.
Al igual que en toda Centroeuropa, los mercadillos tradicionales también son frecuentes en Suiza. El 6 de diciembre es el día de San Nicolás. Ese día es celebrado sobre todo por los niños. San Nicolás tiene una barba blanca y lleva un abrigo rojo con capucha, secundado por Schmutzli, su asistente, y reparten a los niños golosinas: cacahuetes, mandarinas, panes de especias, chocolate, etc. Para ese día, los niños aprenden un refrán de memoria para decírselo a San Nicolás, que los premia dándoles la golosina.
Luces centellantes, fuego tenue, poesías recitadas bajo el árbol navideño...y el pavo relleno con castañas en el centro de la mesa. ¡Es Navidad! ¿Un cliché? El pavo es la cena de Navidad por excelencia pero son muchas las familias, sobre todo las más jóvenes y en el área francófona, que prefieren la 'fondue china', más simple y de preparación más rápida. Consiste en carne tierna finamente cortada, preparada a la manera de la fondue de queso pero con caldo y acompañada de salsas y arroz.
La idea de compartir, de reunión, está siempre presente en la cena navideña. El pavo, sinónimo de abundancia, puede ser compartido con toda la familia y la 'fondue china' también se presta para que todos se reúnan en torno a la mesa.
2 comentarios:
Eso lo hacen también en Inglaterra e Irlanda: hay calendarios en los que se van contando los días y, cada día, lo abres y hay una chocolatina detrás del número.
Es muy propio tanto de los países germánicos como de los anglosajones, es verdad.
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