'De todas las ciudades del mundo, de todas las patrias íntimas que un hombre trata de merecer durante sus viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad. A ella le debo el haber descubierto, desde 1914, el francés, el latín, el alemán, el expresionismo, Schopenhauer, la doctrina de Buda, el Taoísmo, Conrad, Lafcadio Hearn y la nostalgia de Buenos Aires.'
Pero no es el único homenaje de la ciudad a un escritor que considera propio. En Charmilles, un barrio muy popular, una calle lleva su nombre.

1 comentario:
Y en Jullien que ya te dije que es un santuario borgiano, puedes encontrar todo los que quieras sobre él menos sus obras. Así de raritos son los suizos; vas y te sacan el ensayo o la tésis escrita sobre él en cualquier rincón del mundo pero no pidas una obra suya porque no las tienen. Esto lo he descubierto hace poco y me quedé muerta.
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