A 1856 metros sobre el nivel del mar, en medio del paisaje lacustre del Valle del Engadin, en los Grisones, St. Moritz es una estación de esquí célebre en todo el mundo y pasa por ser la pionera en organizar eventos deportivos en invierno para ocio y disfrute de sus visitantes. Su principal atractivo es su famoso sol que brilla una media de 322 días al año, lo que constituye todo un record en Suiza. En ese fastuoso paisaje alpino, desde hace 100 años, se celebran las carreras de caballos más espectaculares del mundo: el White Turf Horse Races, una mezcla de cita deportiva y encuentro de lujo que, cada año y durante tres domingos consecutivos de febrero, se disputa sobre el lago helado de St. Moritz.
Este año el invierno no ha sido muy duro pero el hielo ha resistido no sólo el galope de los pura sangre y de los trotones sino unas infraestructuras de 3.500 toneladas que incluían vehículos, tribunas y una sofisticada villa hípica en la que se han celebrado fiestas, cenas y bailes con orquesta y a las que han asistido los más ilustres VIP del planeta.
En el aspecto puramente deportivo, el pasado domingo, el último del White Turf por este año, el Gran Premio de St. Moritz, sobre 2000 metros y con una dotación de 111.000 francos suizos, lo ganó 'First Time', una yegua de cuatro años montada por Daniele Porcu. La carrera de trotones se la llevó Martina Blöchliger con 'Melvin' y el ganador del Grand Prix de Skikjöring, una modalidad hípica sobre 2.700 metros, exclusiva de esta estación de invierno, fue 'King George', guiado sobre los esquís por Jakob Broger, todo un campeón en este original deporte.
http://www.whiteturf.com/
2 comentarios:
Ya te conté que el año que estuve no estaba nada segura de que el lago no se fuese a romper porque el follón que montan es impresionante. Es una experiencia, eso sí y los caballos no parece que sufran mucho, de hecho, en una de las cenas comentaban los que saben de caballos (tendrás que preguntarle a Germán) que sufren má el el famoso derby que se celebra en Inglaterra.
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