El templo de la ciencia

Si ustedes están leyendo esta página, si usan internet y todas sus asombrosas posibilidades, sepan que tienen que agradecerselo a un mastodóntico centro de investigación con sede en Ginebra: el CERN, es decir, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas. Las siglas no responden a ese nombre sino al de Consejo Europeo para la Investigación Nuclear. El nombre lo cambiaron hace unos años pero siguen utilizándose las siglas de la época en la que se creo, hace hoy 52 años.

El CERN está a los pies del Jura y es un consorcio en el que participan Alemania, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Noruega, Holanda, el Reino Unido, Suecia, Suiza, Austria, España, Portugal, Finlandia, Polonia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Bulgaria.

Sus instalaciones están rodeadas por un tunel de forma circular de más de ocho kilómetros de diametro, 27 kilómetros de circunferencia y 90 metros de profundidad en el que se realizan los experimentos de colisión de micropartículas. El tunel se conoce con las siglas LHC/LEP (Gran colisionador de de Hadrones/Colisionador de electrones positrones). No tengo ni idea de lo que son esos colisionadores, pero suena apasionante.

En este templo de ciencia se desarrolló en 1994 la World Wide Web, lo que hizo posible la utilización masiva de internet.