La catedral de St. Pierre, en la zona antigua de Ginebra, comenzó a construirse en el siglo XII y en ella domina el eclecticismo arquitectónico, una mezcla de románico y gótico aunque la entrada principal es neoclásica y las vidrieras datan del siglo XIX. En ella predicó Calvino y es todo un símbolo de la Reforma Protestante.
En St. Pierre, además de ceremonias religiosas, se celebran también muchas actividades culturales entre las que destacan los conciertos de órgano que tienen lugar de junio a septiembre (Hay que tener en cuenta que la catedral cuenta con 3 fantásticos órganos). Otra actividad musical importante es la interpretación anual, antes de Semana Santa, de la Pasión según san Mateo, de Bach, que este año ha estado a cargo del Ensemble vocal et instrumental de Lausanne, dirigido por Michel Corboz.
También cuenta con un museo arqueológico pero su principal interés está en las fantásticas vistas que pueden contemplarse desde su torre norte. Eso sí, sólo en verano y después de subir 150 escalones.
2 comentarios:
A mi me parece un pastiche y no me gusta nada pero reconozco que no todo el mundo ha tenido la suerte de vivir casi al lado de la Pulchra Leonina y al lado de esa joya cualquier otra catedral palidece.
No hay comparación posible, Elena, porque 'la nuestra' es la más bonita del mundo. Ni Chartres, ni Santiago, ni Burgos, ni ninguna.
Y tienes toda la razón en decir que es un pastiche.
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