El escritor había llegado a Suiza con su familia desde Trieste, tras el estallido de la I Guerra Mundial,después de comprometerse con las autoridades austriacas a no tomar parte en la contienda. Y veleidades del destino, cuando comenzó la II Guerra Mundial, Zürich, por su condición de ciudad neutral, volvió a acogerlo y allí murió el 13 de enero de 1941. Está enterrado en el Cementerio de Fluntern, al lado del zoológico y al parecer, para su esposa Nora fue un alivio saber que podría escuchar el griterío de los animales desde el 'más allá'.
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viernes, marzo 27
El irlandés errante
James Joyce, como todo el mundo sabe, nació en Dublín y su obra es profundamente irlandesa. Sin embargo, pasó la mayor parte de su vida fuera de Irlanda y su más famosa 'novela', el Ulysses, fue escrita en Zürich gracias al mecenazgo de la única hija de John D. Rockefeller. Con los 1.000 francos suizos que recibía mensualmente, Joyce consiguió terminar su obra más famosa. Verla publicada fue una odisea, nunca mejor dicho, pero lo consiguió gracias al empeño personal de la norteamericana Sylvia Beach, que tenía una librería en París y que estaba fascinada con la obra maestra del irlandés.
El escritor había llegado a Suiza con su familia desde Trieste, tras el estallido de la I Guerra Mundial,después de comprometerse con las autoridades austriacas a no tomar parte en la contienda. Y veleidades del destino, cuando comenzó la II Guerra Mundial, Zürich, por su condición de ciudad neutral, volvió a acogerlo y allí murió el 13 de enero de 1941. Está enterrado en el Cementerio de Fluntern, al lado del zoológico y al parecer, para su esposa Nora fue un alivio saber que podría escuchar el griterío de los animales desde el 'más allá'.
El escritor había llegado a Suiza con su familia desde Trieste, tras el estallido de la I Guerra Mundial,después de comprometerse con las autoridades austriacas a no tomar parte en la contienda. Y veleidades del destino, cuando comenzó la II Guerra Mundial, Zürich, por su condición de ciudad neutral, volvió a acogerlo y allí murió el 13 de enero de 1941. Está enterrado en el Cementerio de Fluntern, al lado del zoológico y al parecer, para su esposa Nora fue un alivio saber que podría escuchar el griterío de los animales desde el 'más allá'.
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4 comentarios:
El Ulyses si que no lo puedo soportar, nunca he sido capaz de leer más de 50 páginas.
Yo lo leí por cabezonería pero me pareció un ladrillo digno de la mejor penitencia cuaresmal. Cuando era mucho más joven tenía la estúpida idea de que había libros que había que leer, te gustasen o no. Naturalmente ya no lo hago.
No pasa nada, Elena. Yo soy licenciada en filología inglesa y no lo he leído. Me leí el Retrato del artista adolescente y ya tuve bastante. Sin embargo, me encantó Dublineses, sobre todo, la última historia.
T: Creo que era Mark Twain el que decía que un clásico es algo que todo el mundo quiere haber leído y nadie quiere leer. ¡Por algo será!
En los 'clásicos', como en todas partes, hay de todo. Hay libros maravillosos y otros que son un ladrillo. Lo que ya no tengo es veneración everencial por los 'clásicos', pro el hecho de serlo y me limito a leer lo que me parece interesante.
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