Sir Arthur Conan Doyle era escocés y vivió la mayor parte de su vida en Londres, ejerciendo la medicina y publicando, por entregas, Las aventuras de Sherlock Holmes en el Strand Magazine.
El versátil y afamado escritor fue un amante más de Suiza y pasó largas temporadas de descanso en los alrededores de Berna. Tal vez por eso, en su novela 'El último problema', hizo desaparecer al detective de Baker Street despeñándolo, y dándolo por muerto, en las cataratas de Reichenbach, muy cerca de la capital suiza, mientras perseguía a su enconado enemigo el Dr. Moriarty.
En agradecimiento, los suizos han dedicado a Mr. Holmes dos museos: uno está en la Place Conan Doyle de Meiringen y el otro, creado por su hijo, en Lucens.
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